Hoy traemos el testimonio de Carlos Castiñeiras, vecino de un edificio cuya comunidad, gracias a la eficiencia y el ahorro, ha rebajado la factura eléctrica a la mitad con unas sencillas actuaciones: Hasta que me tocó ser presidente de mi comunidad nunca me había preocupado por la eficiencia energética de puertas de mi casa para afuera, pero una vez en la responsabilidad entendí que era mi obligación. El edificio es una construcción de 5 alturas con 9 viviendas y 2 plantas de garaje, cuyas plazas gestiona otra comunidad sobre la que también contaré mi experiencia. 1º Lo más evidente, la potencia La nueva perspectiva me la dio el tener acceso a la factura de la electricidad en vez de ver solo el apunte en las cuentas, me pregunté si tendríamos la potencia debidamente dimensionada con 9,9kW. Para responder había que analizar la instalación: 1.751 + 3.634 + 300 = 5.649W de potencia máxima Era evidente que se había estado gastando dinero inútilmente, y la primera medida con la que hubo acuerdo fue con rebajar la potencia a 5,2kW. Coste: 10,94€ (en mercado regulado) Ahorro anual actual: 50,87€ por kW reducido. 2º Lo más perceptible, la iluminación Una vez ahorrado dinero con la primera medida se podía empezar a pensar en inversiones. La más inminente derivaba de estudiar si las zonas de activación de alumbrado en el edificio eran correctas. Las zonas en rojo era evidente que debían de dividirse, y la iluminación de la cabina del ascensor (que hay estudios que demuestran que pasa vacía más del 90% del tiempo) era urgente abordarla pues arrojaba un consumo de: 82Wh x 0,131407€/kWh x 24 horas x 365 días + IVA = 114€ anuales La zona amarilla por su parte afectaba de forma directa a los vecinos y por ello requería de una evaluación más cuidadosa. El acuerdo fue: Se instaló un pulsador manual temporizado en cada una de estas divisiones. Y para el ascensor se negoció con el ascensorista para que gratuitamente instalase LED en la cabina y añadiese un detector de presencia (lo cual valoraban en 300€) e independizase el encendido de la sala. Además los vecinos idearon que la luz exterior del portal se apagase de madrugada, cosa para la que se añadió un reloj de unos 11€ a la célula fotoeléctrica que tenía. Los temporizadores me encargué yo de comprarlos porque por los mismos que en algún comercio me pedían casi 40€, los encontraba en otros por menos de 15. Coste instalación: 50 x 5 = 250€ Coste materiales: 11 x 5 = 55€ Ahorro anual: 110€ solo del ascensor Salvo en estancias donde la luz es imprescindible, como el caso del ascensor, no me gustan los detectores de presencia ya que su automatismo siempre consume más que una persona accionando intencionadamente el encendido. 3º Lo más evidente, el consumoAhora que el ahorro estaba en dinámica la evolución natural fue la sustitución paulatina de las distintas luminarias de cada zona por LED. Como sitio de mayor paso se empezó por el portal y lo más difícil fue dar con los proyectores, pues primero se probó con un par que costaron 20€ cada uno y daban una luz azulada muy mala y finalmente se dio con otros realmente sensacionales que salieron a 12€. Luego se sustituyeron las escaleras y como zona de menos tránsito se acabó en los trasteros. En la escalera al trastero nos hurtaron una E27 en la que se notaban los puntos de LED, por lo que aprendí que hay que comprar de las que no se noten. Coste medio de los proyectores: 15€ unidad Coste de los E27: de 5 a 7,5€ unidad Al terminar esta sustitución, que por su simplicidad no encargamos a nadie, descubrimos que en un trastero había una nevera conectada a la red comunitaria. El acuerdo consensuado entre todos los vecinos fue dirigirle al dueño un mensaje muy claro: o la quitaba o la comunidad cortaría el suministro a la planta para ahorrar. La consecuencia fue que la nevera volvió a su lugar natural. 4º Lo más detallista, el coste Con los cambios de compañía comercializadora no se produce ningún ahorro visible a corto plazo, por lo que aún siendo un trámite gratuito preferí dejarlo para el final pues, fuera de la comunidad, tradicionalmente había encontrado objeciones como “no se ahorra nada”, “¿el servicio va a ser el mismo?”, o “eso es poco, qué mas da”. Pero todas las medidas anteriores si habían ahorrado de manera efectiva, y lo que es más importante, habían metido a los vecinos en la dinámica de las mejoras continuas. Empleé el comparador de la CNMC para conocer la comercializadora más económica. Así bajamos el precio del kWh consumido de 0,131407 a 0,122980€. Ahorro anual actual: 14,66€. La última novedad es que gracias al acceso remoto que ofrece Iberdrola Distribución a sus contadores electrónicos he podido conocer el registro de potencia. El gráfico presenta demandas en 60 minutos y nos invita a estudiar una nueva reducción de potencia. Coste: 23,01€ (la comercializadora cobra 12,10€ de gestión) Ahorro anual: 50,87€ por kW reducido. 5º El resultado 6º Consejos para tratar con tu comunidad Las decisiones al final siempre las toman un número reducido de personas porque reducido es el número de quienes se implican en ellas, pero todos los vecinos deben ser implicados y eso se hace con información. En todo el proceso contado el gráfico anterior y todos los gastos se exponían en el tablón mes a mes. Hay que saber comunicar los frutos de las mejoras. En España generalmente se aplasta la iniciativa, por lo que el individuo desea que otro la tome. La desconfianza ante las iniciativas se combate con información comprensible presentada voluntariamente. Las dudas, razonables o no, siempre influyen en los grupos y los vecinos no saben sobre kilovatios, potencia, LEDs, reactiva, distribuidoras, etc. He visto a una junta no aprobar un cambio a LEDs en un garaje porque un vecino dijo «eso no ahorra tanto porque las luces cuando más gastan es al encenderse» (por cierto, es un mito). La información que se presente tiene que entenderla cualquiera y así no dudará. No presentar muchas medidas a la vez, mejor pequeños cambios progresivos. Algunas inversiones se rentabilizan rápido, otras en décadas. Dar preferencia a las primeras y con sus resultados proponer las segundas, pensar a largo plazo también se valora. Una comunidad mejor cuanto más pequeña, todo se hace más ágil. Si no hay administrador es mejor pues por desgracia su papel se limita a llevar una contabilidad simplificada y añadir burocracia. Antes de las juntas hablar con los vecinos para escuchar sus ideas e implicarles en las decisiones. En ocasiones la masa no razona, pero el individuo siempre tiene alguna inteligencia y el tiempo dedicado a preparar una junta generalmente se ahorra con creces en la propia junta. La inteligencia colectiva siempre es superior a la individual. Todas las cosas al final se reducen a las relaciones humanas. Habrá quien lleve la contraria por sistema y también quien diga a todo que si, pero ni unos ni otros son mayoría. Fuente: http://nergiza.com/como-bajo-a-la-mitad-la-factura-de-mi-comunidad-de-vecinos/
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